Una idea que nació con el boom de la película que rompió todos los récords de taquilla y que en Tucumán no fue la excepción
Luciana es Lysset, tiene 26 años y, como nunca pudo tener una Barbie, decidió convertirse en ella, convertirse en La Barbie Tucumana, brillar de rosa con un video que es furor en las redes sociales..
Justamente, eltucumano realizó una cobertura especial del primer día de la película en las puertas del Cine Atlas y con Agustina Hill y Aldana Mayantz entrevistó a las fanáticas de la muñeca más famosa de la historia. Entre ellas, Lysset, toda de rosa, contándonos que Barbie era su modelo a seguir, su inspiración, su desafío. Pero entre los comentarios de aquel video, muchas críticas llegaron a Lysset.
“A eltucumano lo ve todo Tucumán y las críticas me dolieron mucho. Pero si sos artista tenés que acostumbrarte. Tantas críticas recibidas me enseñaron para aprender muchas cosas de la sociedad. No podés esperar que todos te validen, pero son dueños de hacerlo como yo cuando fui espectadora. Eso sí: nunca escraché a nadie. Todas las críticas son bienvenidas aunque hieran con las palabras”, cuenta Lysset este lunes a la tarde sobre aquella primera vez en el cine.
Pero entre tantas críticas hubo un productor que nunca dejó de creer en ella y la alentó a grabar el video que ahora vuelve a ser un boom en las redes sociales, con una letra adaptada a la versión icónica de Barbie Girl, el hit de Aqua. “Mi productor vio que el furor por la película seguía, que muchos famosos tucumanos hicieron su propia versión de Barbie y Ken, y que era el momento de hacer una canción: la escribió un día jueves, grabé el viernes y filmamos el domingo. No caigo todavía con la repercusión. Estoy viviendo un sueño”.
Con dos locaciones definidas en la misma plaza donde bailó con Bandana hace 23 años y en un camping de Monteros, La Barbie Tucumana cuenta el proceso: “Siempre me gustó cantar, pero no me conocía nadie. Desde que ustedes me hicieron la entrevista de Barbie todo cambió. Yo ya había hecho una versión de El viejo se pone, pero no pegó mucho. Entonces encaramos este proyecto. Lo hicimos de onda, todo salió improvisado, vinieron compañeros de la facu y tuve a mi Ken en el video, un amigo del gimnasio”.
Las repercusiones del video impactan en todos los medios y en las redes sociales: “No puedo creer lo que me está pasando. Yo estudio Abogacía, pero ahora voy a dejarlo para mis tiempos libres porque me voy a dedicar de lleno a la música. Es mi sueño y las noticias que he recibido son hermosas: tengo miles de mensajes y muchísimos llamados de productores y de programas que quieren contar con mi presencia”.
Los comentarios, otra vez, siempre están a la orden del día: “Ladran, señal que cabalgamos”, dijo Ly en sus redes. Y agrega: “Siempre hay gente mala, la verdad. Hasta mis propios familiares me criticaron y eso duele, pero estoy tan contenta con lo que estoy viviendo que no me importa. Sé que el éxito muchas veces dura poco, pero depende de uno. Uno nunca sabe lo que el destino depara. Por lo pronto tengo que mantener los pies sobre la tierra y seguir creciendo, seguir cumpliendo mis sueños, seguir disfrutando de este momento y comprar mi primera Barbie en cualquier momento”.
¿Quién es Lysset?
A los 3 años se escapó de sus padres en un recital de Bandana y terminó en el escenario bailando con ellas. Nunca pudo tener una muñeca Barbie, pero siguió adelante. La historia de una joven monteriza que vive un sueño y que revela la crítica más difícil que recibió por el video.
Luciana Monteros tenía apenas 3 años cuando se escapó por primera vez de sus padres en Monteros. Ese día tocaba Bandana para la Fiesta de los Jardines en la Plaza de los Inmigrantes y la preocupación a cielo abierto era total hasta que apareció: la pequeña alumna de delantal cuadrillé se había subido al escenario para bailar Maldita Noche a la altura de las rodillas de Lourdes, Ivonne, Valeria, Virginia y Lissa.
Unos años después, a los 7, Luciana estaba nerviosa porque tenía que bailar danza árabe por primera vez en publico: “Mi mamá estaba muy ocupada con el trabajo y me dijo que eligiera la ropa que me quería poner. Le saqué una bombacha a ella y me la puse para bailar. Me quedaba suelta, pero entre los movimientos de cintura y mis manos no dejaba que se me cayera. Ese día gané el concurso”.
Mientras Luciana despertaba con los mismos sueños de muchísimas niñas tucumanas, mientras bailaba y cantaba todo el día en su casa del barrio Monteros Viejo y en todos los actos en su escuela, había algo en su vida que no podía tener: “Me gustaba mucho Barbie desde chiquita, pero nunca tuve una. Siempre me frustré porque jugaba con las muñecas de mis primas. A ellas las veía jugando con las muñecas, peinándolas, vistiéndolas, y yo no. Es difícil vivir esas cosas para cualquier niña”.