En la etapa de determinación de pena, el fiscal de la
UFI ANIVI,
Raúl Iglesias, había pedido que el gremialista fuera condenado a 13 años de prisión efectiva y que se le dictara la prisión preventiva para ser cumplida en el Penal de Chimbas. Además, señaló que se tuviera en cuenta la asimetría de poder que Matic había perpetrado con sus víctimas, lo mismo que el perjuicio a la salud mental que les generó; algo a lo que adhirió la parte querellante.
Por su parte, la defensa a cargo de Carla Manini había solicitado la pena mínima (4 años y 6 meses) y que la misma fuera cumplida en su domicilio hasta que el fallo quedara firme. En ese sentido, la defensora explicó que su patrocinado no tenía antecedentes penales y que siempre se había mostrado a derecho con la justicia, por lo que veía innecesaria la prisión preventiva en la cárcel.
Por todo ello, el tribunal colegiado resolvió por unanimidad hacer lugar a lo solicitado por Manini en cuanto al cumplimiento de la preventiva, mientras que le rebajó la pena casi a la mitad por los delitos que se le atribuyeron. El juez Caballero argumentó que la decisión de mantener la modalidad de la medida cautelar impuesta (prisión domiciliaria) se sostenía en que no había riesgo procesal.
Si bien ambas partes resultaron inconformes por la resolución de los jueces, teniendo en cuenta lo que pidieron durante la etapa de los alegatos, tanto el fiscal Iglesias como la defensora Manini se mostraron cautelosos a la hora de declarar y ambos advirtieron que esperarán a conocer los fundamentos de la sentencia para evaluar si corresponde o no acudir a la instancia de impugnación.
Luego de escuchar la definición, a Matic se lo vio serio y sereno. Así se había mantenido durante toda la audiencia, sabiendo que recibiría una pena por haber sido hallado culpable de los delitos que se le imputaban. Una vez que finalizó la lectura del magistrado, el gremialista que evitó hacer algún tipo de expresión volvió a ser esposado por las autoridades policiales y se marchó de la sala.
A pesar de que la causa contó con un veredicto, el mismo debe quedar firme. Es por eso que no todo está dicho en el caso contra Matic, sobre todo porque una de las acusaciones aún está bajo la lupa. Es que el ex líder de los empleados bancarios estaba sospechado de tres abusos sexuales, uno de ellos contra una menor.
Sin embargo, el más gravoso, el que tenía a una nena como presunta víctima volvió a foja cero ya que la defensa consiguió que se anulara la Cámara Gesell que en su momento se realizó con la menor. Fue por eso que se desdobló la causa, se continuó con el juicio por dos delitos y el tercer hecho investigado regresó a la etapa de instrucción.
Esto quiere decir que Matic podría volver a ser condenado, si es que la causa se eleva a juicio y durante el debate las pruebas son tan contundentes que el juez de Garantías de turno así lo resuelve.