Los tres rehenes asesinados en Gaza por soldados israelíes ondeaban una bandera blanca y pedían ayuda en hebreo.
El ejército de Israel reconoció que los rehenes israelíes que mató “por error” en Gaza ondearon una bandera blanca y uno de ellos llegó a pedir ayuda en hebreo, según una investigación preliminar sobre el hecho.
El grave incidente que conmociona a la comunidad internacional comenzó cuando un militar israelí identificó a tres «personas sospechosas» que estaban saliendo de un edificio del barrio de Shejaiya, en el norte del enclave gobernado por Hamas.
Todos estaban con el torso desnudo y uno de ellos llevaba una bandera blanca improvisada con un palo y una tela, pero un militar abrió fuego inmediatamente contra el grupo. Mientras tanto, gritaba «¡Terroristas!» para avisar a sus compañeros, al creer que estaban siendo víctimas de una trampa, de acuerdo con el análisis preliminar efectuado por el Mando Sur del Ejército israelí.
Dos de los rehenes murieron en el acto y el tercero, herido, regresó al edificio y los militares comenzaron a escuchar gritos de «¡Socorro!» en hebreo. Cuando el rehén volvió a salir del edificio, fue finalmente abatido por un segundo militar, indicó la investigación citada medios locales.
Según un responsable militar citado por agencias internacionales, a «algunos cientos de metros» del lugar donde se produjo el incidente hay un edificio con un «SOS» escrito en la pared. El ejército investiga «si hay algún vínculo con los rehenes».
Los rehenes asesinados fueron identificados como Yotam Haim (28 años), Alon Shamriz (26) y Samer El Talalqa (25), cuyos cuerpos fueron trasladados a Israel.
Asesinatos contra todas las normas internacionales de combate
La pesquisa inicial considera que los dos soldados actuaron en contra de los protocolos de combate. En ese sentido, el ejército informó de un «acontecimiento trágico» ocurrido en una zona de la Franja de Gaza, excusándose en que los soldados se enfrentan a una «gran presión», «intensos combates» y «numerosas emboscadas».
Por su parte, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el teniente general Herzi Halevi, asumió la responsabilidad del Ejército en lo ocurrido, un hecho que describió como «doloroso» y «difícil».
«El tiroteo contra los rehenes se llevó a cabo en contra de las normas de fuego abierto. Está prohibido disparar contra quienes levantan una bandera blanca y piden rendirse. Pero este tiroteo se llevó a cabo durante un combate y bajo presión», afirmó en un video.
Halevi dijo que tras la investigación preliminar, el Ejército envió nuevos protocolos a las fuerzas que están sobre el terreno, además de notificar a las familias de las víctimas y dar a conocer los hallazgos al público.
«Puede haber otros casos en los que los rehenes escapen o sean abandonados durante los combates, y tenemos el deber y la responsabilidad de rescatarlos con vida», consideró.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la muerte de los rehenes como una «tragedia insoportable».